14 julio, 2014

Los ocho obstáculos que sufren las emprendedoras en América Latina

Los ocho obstáculos que sufren las emprendedoras en América Latina

El estudio ‘Liberando el potencial de crecimiento de las emprendedoras en Latinoamérica y el Caribe’, realizado por el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) del BID, evidencia los obstáculos que las mujeres viven al crear empresa.

Al parecer las mujeres la tienen, en ciertos sentidos más difícil que los hombres. Son entonces la pasión y el deseo por ser dueñas de su propio negocio las otras fuerzas que empujan la conquista hacia su objetivo.

A continuación conozca los obstáculos que lista Forbes del estudio presentado por E&Y y el BID, que padecen las emprendedoras de Latinoamérica:

1. Menos capital:
Contar con un capital menor al iniciar su propio negocio, en comparación con los hombres, es un reto que las emprendedoras tienen por delante. Esta característica de los negocios impulsado por las empresarias se traduce en un bajo desempeño en términos de activos, ingresos, rentabilidad y supervivencia.

2. ¿Y el banco?:
Obtener la capitalización suficiente para una empresa no es un asunto sencillo para las mujeres. El estudio revela que las emprendedoras temen solicitar y tomar préstamos, pues consideran que sus solicitudes no serán aprobadas por las instituciones encargadas de otorgar el crédito.
Además, las emprendedoras latinoamericanas consideran que el capital que les pueda ser otorgado no será suficiente para hacer crecer su negocio. Su principal fuente de préstamos es su círculo más cercano a diferencia de los hombres.

3. Círculos pequeños:

Desarrollar una amplia agenda de contactos que sea funcional en los negocios resulta una misión imposible para muchas mujeres. En ese sentido, los emprendedores toman la delantera por su facilidad para desarrollar redes de contactos para sus empresas.

4. Muchos trabajos:
Las emprendedoras enfrentan una mayor demanda laboral y de vida personal, lo que se explica por la multiplicidad de roles como madre y profesional que juega en su vida diaria.

5. Miedo:
El 56% de las mujeres se consideran capaces de emprender su propio negocio, porcentaje que se contrapone con el 68% de los hombres. La mayor parte de las empresarias de alto crecimiento confiesa en el estudio la falta de confianza en sí mismas y el miedo a fracasar.

Sin embargo, el 60% de las emprendedoras entrevistadas ha superado sus objetivos iniciales y el 90% tiene el deseo de seguir creciendo. 

6. Falta de empleados: 
La mayor parte de las emprendedoras están dispuestas a operar sus proyectos sin empleados: el 73% de las mujeres decide emprender su negocio sólo de la mano de su círculo cercano para asociarse u operar el negocio.

7. Una sola dirección:
El estudio del BID revela que las mujeres en la región sólo fijan la aguja de su brújula en un solo cliente, es decir, que en pocas ocasiones venden sus productos o servicios fuera de su país. El 61% de los hombres visualiza desde el inicio llevar a su empresa a trascender en el extranjero, pero sólo el 26% de las mujeres considera esta posibilidad en las primeras etapas del emprendimiento.

8. Sin guía:

Algo que es muy regular en el camino de las mujeres emprendedoras es la falta de asesoría especializada para hacer crecer a sus empresas. El estudio revela que el 75% de las emprendedoras provienen de familias en las que los padres también llevaron a cabo labores de emprendimiento empresarial y esa es la guía que reciben.

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