Un nuevo tipo de meteorito
Durante años, los científicos se han preguntado qué aniquiló las L-condritas que golpeaban la Tierra. Recientemente han descubierto en una pedrera de piedra calcárea del sur de Suecia una nueva y extraña roca que puede resolver el misterio. Los científicos creen que puede explicar una de las mayores colisiones interestelares que pasó hace 1.000 millones de años.
La roca espacial es un meteorito fósil de 470 millones de edad vista por primera vez hace tres años por los trabajadores de la pedrera, los cuales han arrancado 101 meteoritos fósiles L- conditras de la antigua piedra calcárea en las últimas dos décadas.
Geoquímicamente es una clase de condrita primitiva, llamada winonaita. Pero con pequeñas diferencias en ciertos elementos de sus granos de cromita, su textura y edad la hacen distinguir de las que se han encontrado hasta ahora en la Tierra.
La cantera de piedra calcárea conserva los restos de un cataclismo cósmico que tuvo lugar hace 470 millones de años, durante el periodo Ordoviciano. Los científicos piensan que fue un enorme choque entre dos grandes cuerpos del cinturón de asteroides. Uno de ellos era la fuente de todos los meteoritos L-condritas. Pero nadie ha encontrado nunca un trozo de la roca madre que golpeó la condrita.
El hallazgo ha reunido a los principales expertos de meteoritos del mundo para una investigación global a través del tiempo geológico. Los científicos saben que cada tipo de meteorito deja una huella única, los minerales duros llamados espinelas, que persisten durante centenares de millones de años.
Así, Schmitz y sus seguidores creen que pueden precisar cuantos meteoritos cayeron sobre la Tierra en los últimos 2,5 millones de años y su especie mediante la extracción de espinelas extraterrestres de las rocas sedimentarias. Su trabajo puede confirmar las sospechas que la caída de meteoritos recientes representan una mera fracción de las rocas a la deriva en el espacio.
El tiempo que la roca fósil espacial navegó por el espacio hasta llegar a la Tierra es la llave para saber el lugar del accidente. El meteorito tardó 1 millón de años, la misma edad de las L-condritas recuperadas del plantel Thorsberg, lo que sugiere que las rocas son de la misma oleada de desechos espaciales.
El experto en meteoritos Tim Swindle, que no participa en el estudio, elogió el análisis del equipo i dijo que sólo puede ser un fragmento del periodo Ordoviciano, ya que en general los meteoritos tardan más tiempo en llegar a nuestro planeta.
Pero del meteorito de origen queda poca cosa y casi todos sus minerales han estado alterados por la arcilla. Swindle cree que hay margen para vincularlo a otras clases conocidas de meteoritos en lugar de pensar que se trata de un nuevo hallazgo. Las pruebas geoquímicas confirman el origen extraterrestre. La arcilla es unas 100.000 veces más rica en iridio que las rocas terrestres. El iridio es el elemento que marca el horizonte de impacto de meteorito que acabó con los dinosaurios.
El estudio se publicará en la Revista Earth and Planetary Science Letters para su publicación el 15 de agosto y ayudará a los investigadores a precisar la historia del cinturón de asteroides y del Sistema Solar, ya que los cráteres de impacto a menudo desaparecen a causa de las fuerzas geológicas.
Durante años, los científicos se han preguntado qué aniquiló las L-condritas que golpeaban la Tierra. Recientemente han descubierto en una pedrera de piedra calcárea del sur de Suecia una nueva y extraña roca que puede resolver el misterio. Los científicos creen que puede explicar una de las mayores colisiones interestelares que pasó hace 1.000 millones de años.
La roca espacial es un meteorito fósil de 470 millones de edad vista por primera vez hace tres años por los trabajadores de la pedrera, los cuales han arrancado 101 meteoritos fósiles L- conditras de la antigua piedra calcárea en las últimas dos décadas.
Geoquímicamente es una clase de condrita primitiva, llamada winonaita. Pero con pequeñas diferencias en ciertos elementos de sus granos de cromita, su textura y edad la hacen distinguir de las que se han encontrado hasta ahora en la Tierra.
La cantera de piedra calcárea conserva los restos de un cataclismo cósmico que tuvo lugar hace 470 millones de años, durante el periodo Ordoviciano. Los científicos piensan que fue un enorme choque entre dos grandes cuerpos del cinturón de asteroides. Uno de ellos era la fuente de todos los meteoritos L-condritas. Pero nadie ha encontrado nunca un trozo de la roca madre que golpeó la condrita.
El hallazgo ha reunido a los principales expertos de meteoritos del mundo para una investigación global a través del tiempo geológico. Los científicos saben que cada tipo de meteorito deja una huella única, los minerales duros llamados espinelas, que persisten durante centenares de millones de años.
Así, Schmitz y sus seguidores creen que pueden precisar cuantos meteoritos cayeron sobre la Tierra en los últimos 2,5 millones de años y su especie mediante la extracción de espinelas extraterrestres de las rocas sedimentarias. Su trabajo puede confirmar las sospechas que la caída de meteoritos recientes representan una mera fracción de las rocas a la deriva en el espacio.
El tiempo que la roca fósil espacial navegó por el espacio hasta llegar a la Tierra es la llave para saber el lugar del accidente. El meteorito tardó 1 millón de años, la misma edad de las L-condritas recuperadas del plantel Thorsberg, lo que sugiere que las rocas son de la misma oleada de desechos espaciales.
El experto en meteoritos Tim Swindle, que no participa en el estudio, elogió el análisis del equipo i dijo que sólo puede ser un fragmento del periodo Ordoviciano, ya que en general los meteoritos tardan más tiempo en llegar a nuestro planeta.
Pero del meteorito de origen queda poca cosa y casi todos sus minerales han estado alterados por la arcilla. Swindle cree que hay margen para vincularlo a otras clases conocidas de meteoritos en lugar de pensar que se trata de un nuevo hallazgo. Las pruebas geoquímicas confirman el origen extraterrestre. La arcilla es unas 100.000 veces más rica en iridio que las rocas terrestres. El iridio es el elemento que marca el horizonte de impacto de meteorito que acabó con los dinosaurios.
El estudio se publicará en la Revista Earth and Planetary Science Letters para su publicación el 15 de agosto y ayudará a los investigadores a precisar la historia del cinturón de asteroides y del Sistema Solar, ya que los cráteres de impacto a menudo desaparecen a causa de las fuerzas geológicas.
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